A PROPOSITO DEL DESARROLLO: RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA (2)
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
Siguiendo el tema iniciado anteriormente, ahora pasamos a evidenciar
algunas acciones que son el resultado de los aprendizajes dirigidos y
planificados en los centros de control ciudadano, para lograr ciudadanos
apáticos, desencantados y clientelistas. Esos centros de control son, el Estado
todo (Gobierno, ministerios, congreso, justicia, policía, guardia, marina,
direcciones provinciales, alcaldías, etc., etc.), así como la mayoría de los
empresarios que en coalición con el estado definen sus intereses económicos como
las principales prioridades de la nación.
Tomemos como ejemplo la educación.
Este tema es extremadamente importante para el desarrollo de un pueblo. Sin
embargo, a la población se le ofrece una educación de muy mala calidad, pero dijimos
en una ocasión anterior, se le da “comida” y ya eso “basta y es suficiente”.
Además, hay “salidas” para sus precariedades y desesperanzas. Se le motiva a la
búsqueda de refugio en las creencias y eso le conforta. A otros los motivan
para refugiarse en las drogas (legales e ilegales), haciéndoles creer que eso es,
el último grito de la moda.
Mientras eso ocurre, a los familiares y relacionados de los
funcionarios se les ofrece una educación de calidad, e incluso a sus hijos les
dan becas a todos los rincones del mundo con los recursos de los contribuyentes.
Mientras en numerosos lugares de nuestra geografía nacional, hay escuelas de
patios, en enramadas y muchas de las que se construyen tienen tan baja calidad,
que se agrietan, se les caen paredes, se desploman techos, etc., y todo…sin
consecuencias.
Otro ejemplo es la salud
pública. Para la población existen hospitales con todo tipo de precariedades,
y a los 9 hospitales regionales del país les han puesto el encargo de atender a
más de 300 mil pacientes cada uno, recibiendo un pírrico presupuesto mensual (de
2 a 8 millones de pesos); gastándose la mitad en facturas del Programa de
Medicamentos Esenciales (PROMESE) y en otros insumos y necesidades. Mientras
que hospitales como Plaza de la Salud y Cedimat, que solo atienden a pacientes
privados y extranjeros; les asignan mayor presupuesto que a los 9 regionales
juntos.
El
presidente del Colegio Médico, Wilson Roa,
asegura que se trata de un postulado muy claro del neoliberalismo, (asumido por el gobierno), que apuesta a
desintegrar las instituciones estatales (públicas) para fortalecer las privadas con financiamiento público.
Otro aspecto se refiere a la seguridad ciudadana. Esta es la
burla más descarada en relación a la ciudadanía. Desde el estado se han hecho
grandes esfuerzos para lograr los actuales índices de inseguridad, pues tanto
la Justicia, como los cuerpos represivos (policía y organismos castrenses)
gozan de la peor desconfianza entre los ciudadanos, ya que son los mejores
aliados de la delincuencia, de las violaciones a las leyes y para ello se cubren
con la impunidad.
Lo señalado precedentemente tiene su lógica
en la idea que tienen los grupos de poder, de que la inseguridad ciudadana causa que la
sociedad se cohíba y se prive de sus derechos fundamentales; por lo tanto se
quiere un ciudadano temeroso, apático, desencantado y clientelista, que se
ponga debajo de un funcionario en búsqueda de protección y de prebendas; lo que
se traduce como “dame algo, dame lo mío”.
Otra
temática de la construcción ciudadana está referida a la empleomanía, la gente ocupada en una labor productiva o de
otra índole. Se pregona hasta la saciedad, la “cantidad de empleos creados”. Pero
resulta que las nóminas del estado están cargadas con relacionados de los
funcionarios (“botellas”) que no trabajan, pero cobran. Las estadísticas
oficiales señalan que más del 55% de los jóvenes se encuentran desocupados y
que el resto que ocupa un empleo, tiene 60% de informalidad. Igual ocurre con
los adultos que están ocupados.
Esa
informalidad, niega seguro médico, derecho de asociarse, etc., pero les
garantiza ser cesanteados en cualquier momento. De esta manera, estas personas se
convierten en esclavos laborales para tener cierta “seguridad en su empleo”; de
ahí vienen los acosos y todas las violaciones. Como ocurre y se ve ahora con la
campaña política a destiempo, se les amenaza a los empleados del estado para
que vayan a los mítines.
¿Y de los servicios públicos? Agua potable, electricidad, etc.…Hablar de eso
da rabia….
Así
se construye ciudadanía actualmente.
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible


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