Símbolo de Unidad: Imitemos ejemplo de los mártires y héroes de abril de 1965
Por editores Trinchera Unitaria
El mes pasado el pueblo dominicano
registra en su memoria la gloriosa e histórica la gesta patriótica del 24 de
abril de 1965, en la cual militares y civiles se unificaron por el “retorno a
la constitucionalidad sin elecciones”, para derrocar a un gobierno ilegal, ilegitimo, entreguista,
corrupto y represivo como fue el Triunvirato surgido del golpe militar contra
Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963.
Le correspondió
al joven coronel Rafael Tomas Fernández Domínguez ser el artífice creador del
movimiento Enriquillo como la vía para producir un contragolpe, y en ese proceso
reclutó a muchos oficiales, siendo descubierto y deportado, lo que no importó,
pues la llama estaba en movimiento y nadie la apagaría.
En la tarde del
24 de abril se inician las acciones de los militares constitucionalistas con la
detención del jefe del estado mayor
del ejército y la oportuna
comunicación a la opinión pública, vía el doctor José Francisco Peña Gómez en el
programa Tribuna Democrática del PRD, lo que impulsa la integración masiva de
la población produciendo en los hechos el desplazamiento del gobierno de facto
y la derrota del bando militar que le era leal.
En ese marco
solo la grosera invasión militar yanquis del 28 de abril logra impedir una vez
más que los dominicanos y dominicanas alcanzáramos nuestras aspiraciones y
objetivos que en ese momento eran el retorno del gobierno y la democrática constitución
del 1963.
Los hombres y
mujeres, jóvenes y adultos en las “Trincheras del Honor”, bajo el liderato del
Coronel Francisco Alberto Caamaño Deño, proclamado presidente de la República
en armas, defendieron con dignidad y honor la soberanía nacional y la libertad
de este pueblo, mientras que un grupito de la oligarquía civiles y militares se
pusieron al servicio del invasor.
Los héroes y
mártires de abril son un ejemplo eterno de que siempre brillará en el firmamento
la fibra que identifica nuestra dominicanidad. Por más que intenten invisibilizar
el acontecimiento siempre será una antorcha y una chispa inspiradora de la
causa libertaria.
A 54 años de la “Guerra
de Abril”, el país tiene pendiente el objetivo
de realizar la saboteada transición democrática en el órden económico, social,
político e institucional y, sobre todo, en la reafirmación de nuestra soberanía
e independencia nacional.
Esos objetivos son hoy más necesarios que nunca porque
una fracción de miserables constituidos en “Partido de la Liberación
Dominicana”, desde el poder renunciaron a los principios democráticos y
lecciones éticas de su fundador y líder Bosch, para devenir en una corporación
mafiosa que decidió controlar con métodos sucios, corruptos y represivos
todos los órganos del Estado hasta el 2044, aunque para ellos sea
necesario aplastar la disidencia ciudadana, popular y político-opositora
en general.
La advertencia
de que caminamos hacia una dictadura de partido único no es extemporánea, ella se
sustente en claras señales a la vista del que quiera ver y oír.
Frente a esa
incertidumbre se impone que, como en abril del 1965, hagamos realidad el
símbolo de la unidad para continuar la lucha
por los objetivos democráticos
inconcluso, para que podamos, y solo así, parar en seco a esa camarilla de
bandidos y ladrones, que nos están robando
el derecho a soñar y a vivir con dignidad.
¡¡¡Gloria eterna a los héroes y mártires, civiles y
militares que cayeron defendiendo la
constitución democrática y la soberanía nacional en el 1965!!!
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