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POR LA IGUALDAD DE GÉNER







Trinchera Unitaria en su condición de medio de comunicación que promueve todas las iniciativas tendentes a la construcción de una sociedad donde impere la justicia y la igualdad de oportunidades para todas las personas,  sin importar raza, edad, nacionalidad, sexo o condición de discapacidad, se une a las voces que aplauden y defienden la promulgación de la Orden Departamental  33-2019 mediante la cual se establece como prioridad el diseño e implementación de la política de igualdad de género en el Ministerio de Educación.
La manipulación que se ha hecho de una propuesta de política educativa tan necesaria en nuestro país, solo puede venir de sectores o grupos sociales que prefieren concentrarse en la defensa de preceptos ideológicos y religiosos que han dominado por siglos las sociedades humanas  y a los que por lo tanto se atribuyen la creciente violencia y opresión social general, en particular de las mujeres. Las concepciones de familia, paternidad y maternidad que promueven estos sectores no hacen más que legitimar conductas opresivas y de subordinación que devienen en una multiplicidad de problemas sociales y económicos de nuestra sociedad
La idea de masculinidad hegemónica, del hombre como referente universal de lo humano, que todo lo puede, fuerte, protector y proveedor, tiene múltiples inconvenientes, no se ajusta a la realidad, conduce a comportamientos no asertivos, identidades insanas y frena el desarrollo humano equitativo (Tapia, 2019). La masculinidad, fundamentada en patrones de denominación y  control, como sinónimo de éxito del hombre, tanto  en el ámbito público como en el privado, ha sido causante de desigualdades e inequidades que sufren tanto las  mujeres como los propios hombres. Esta noción de masculinidad frena e impide que niños y hombres formen relaciones asertivas y respetuosas. Les enseña a no pedir ayuda o mostrar sus emociones, y en lugar de eso, se les induce a comportarse como violentos, impositivos y maltratadores, mientras a las mujeres se les enseña a ser débiles, sumisas, dependientes y aguantadoras de maltratos.

Las cifras sobre daños y problemas sociales que genera esta situación son más que elocuentes. Según el Centro de Estudios de Genero del INTEC (CEG-INTEC), la República Dominicana es el tercer país con la tasa más alta de feminicidios de la región, de hecho, durante los últimos 10 años el promedio de feminicidios (íntimos y no íntimos) es entre 150 y 200 por año. “La violencia de género es el delito más denunciado en el sistema de justicia”, sin embargo, muy pocas denuncias son  judicializadas y solo el 2% culmina en sanción penal. A esta realidad se suman los hogares con menores víctimas de feminicidios, traumatizados y con su condición de vulnerabilidad exacerbada, aumento de niveles de pobreza, uniones tempranas, entre otros.
La Orden Departamental  33-2019 se propone abordar todas estas limitaciones en el ámbito escolar. Por lo tanto, no intenta promover en lo absoluto la llamada Ideología de Género, que según se dice promueve la apertura al tema de la opción sexual. Con esta orden se pretende sentar los cimientos para la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres, de disminuir asimetrías y cerrar brechas limitantes del desarrollo: empleos y salarios dignos, participación política, entre otros.
La política de Igualdad de Género no constituye amenaza a la sociedad ni a su bienestar como dicen sectores conservadores y ultraderechistas de nuestro país, todo lo contrario, la amenaza, el peligro, el daño a la sociedad está en la profunda inequidad de género existente.
Los sectores que se oponen al diseño e implementación de esta política no representan a la mayoría de la población dominicana que ve pasar los días con oportunidades de acceso y control de recursos totalmente limitadas, pero además, desconocen mandatos legales fundamentales que deben ser tomados en cuenta actualmente para el diseño de todas las intervenciones dirigidas al desarrollo del país:

-     Ley 1-12. Estrategia Nacional de Desarrollo. Art. 12.
-     Ley 66-97 o Ley General de Educación, Art. 5, inciso C.
-     Resolución 3599-2014.
-     Reglamento Orgánico del Ministerio de Educación de la República Dominicana.
-     Política y Planes Nacionales de Igualdad de Género construidos con participación de una multiplicidad de instituciones públicas y privadas lideradas por el Ministerio de la Mujer, en su calidad de órgano rector.
-     Objetivos de Desarrollo Sostenible 4 y 5.
-     Múltiples acuerdos internacionales suscritos
Las instituciones sociales, políticas y religiosas deben comprometerse a promover el cumplimiento de lo que establece la propia Constitución, la Estrategia Nacional de Desarrollo y los compromisos que el país ha contraído en esta materia.
La Estrategia Nacional de Desarrollo contiene 37 líneas de acción en tres de sus cuatro ejes que promueven la transversalidad de género y acciones afirmativas que contribuyen a erradicar problemas como el embarazo en adolescentes, la violencia intrafamiliar, la violencia infantil, el desamparo de las personas envejecientes, y para esto se requiere que el Estado trace políticas de inclusión social.
Resulta paradójico que la República Dominicana sea uno de los países más exitosos cuando se mide por el crecimiento del producto interno bruto o la estabilidad macroeconómica y que sin embargo exhiba indicadores alarmantes cuando se mide el desarrollo por aspectos como mortalidad materna e infantil, violencia contra las mujeres, entre otros.
Más allá de cualquier reduccionismo ideológico o relativismo uni­formador, la sociedad está llamada a trans­formar positivamente los desafíos actuales en oportunidades que propendan a la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas.

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