DECLARACIÓN FINAL DEL XXV ENCUENTRO DEL FSP
Las y los delegados al XXV Encuentro del FSP, reunidos en Caracas,
República Bolivariana de Venezuela, cuna del Libertador Simón Bolívar y de su
digno continuador, el Comandante Hugo Chávez Frías, en ocasión del 65
aniversario de su natalicio, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
Transcurrido un año del XXIV Encuentro de La Habana, se ha profundizado
la multifacética ofensiva reaccionaria del imperialismo estadounidense y de la
derecha oligárquica aliada. Pero a la vez, América Latina y el Caribe es
también escenario de importantes luchas y triunfos populares que han detenido
la ofensiva imperial. Los casos recientes de México, Venezuela, Nicaragua y
Puerto Rico así lo confirman.
Es urgente retomar la iniciativa con más vigor y eficacia. Ello es
posible “cuando hay unidad, dirección política decidida y capaz, objetivos
claros de lucha, moral de combate y arraigo en las clases populares”. Esta
idea, aprobada por el XXIV Encuentro el pasado año, mantiene total
vigencia.
Pese a que continúan ahondándose los efectos negativos de la
concentración de la propiedad, el poder y la riqueza en manos de la minoría
privilegiada de siempre, en los países de la región en donde esto ha sucedido
crece la protesta social, mientras que las fuerzas de izquierda, populares y
progresistas, sobre todo en el campo de los movimientos sociales y populares,
enarbolan propuestas anti-neoliberales que debemos estimular y apoyar de forma
decidida.
La derecha internacional no cesa en sus planes subversivos; opera de
forma articulada para fragmentar y/o debilitar nuestros Estados Nacionales;
busca aniquilar o deslegitimar todo proyecto de cambio social que pretenda
avanzar por senderos no capitalistas o simplemente post-neoliberales; trabaja
sin descanso por erosionar nuestras identidades nacionales, así como los
valores culturales que nos dan cohesión social; y acelera los esfuerzos
orientados a dividirnos en todos los terrenos.
Ante el plan desintegrador de la derecha, opongamos el plan integrador,
soberano y digno de nuestros pueblos. Frente a los tratados de libre comercio,
propiciados por Estados Unidos, fortalezcamos los proyectos de integración
soberana como la CELAC, el Alba-TCP, el Mercosur y otras iniciativas
integracionistas populares y autonómicas.
La
Administración Trump, expresión cabal del Imperio Yanqui y del
capitalismo
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transnacional financierizado que hoy predomina, busca revertir, con
violencia creciente en todos los ámbitos, la tendencia declinante de su poder
relativo como centro hegemónico de la derecha internacional. Unidos, impidamos
que logre sus históricos objetivos de dominación sobre las tierras de Nuestra
América. Estamos obligados con nuestros pueblos a impedir que la Doctrina
Monroe logre sus fines intervencionistas. Frente a la Doctrina Monroe, la
Doctrina Bolívar.
El acumulado político de la izquierda y de las fuerzas populares y
progresistas desde 1959 a la fecha, multiplica las esperanzas para sostener que
sí es posible vencer toda ofensiva imperial. Lo demuestran hoy la Revolución
Bolivariana, la propia Revolución Cubana, la exitosa experiencia política
boliviana y la Nicaragua sandinista.
Fortalezcamos las luchas por la justicia para todas y todos, por la
emancipación social, por la plena soberanía política, la independencia
económica y la autodeterminación de nuestros pueblos.
Continuemos construyendo la más amplia unidad antiimperialista y
anti-neoliberal, con respeto a la diversidad de los partidos y fuerzas
políticas de izquierda y progresistas, de los movimientos sociales y populares
que los unen, y los gobiernos de izquierda y progresistas para derrotar la
ofensiva imperialista y la profundización y/o restauración del
neoliberalismo.
Frente a estas realidades, el XXV Encuentro del FSP convoca, con
sentido de urgencia, a fortalecer el movimiento mundial en defensa de la paz,
la democracia y las conquistas sociales alcanzadas. La conducta internacional
agresiva e irresponsable de la actual Administración de Trump, así lo
demanda.
Llama a la promoción de la
más amplia solidaridad mundial con la defensa de la soberanía y la
autodeterminación del pueblo venezolano, y con el derecho de éste a vivir en
paz.
Apoya el diálogo entre el
Gobierno Bolivariano y las corrientes opositoras impulsado por el presidente
constitucional Nicolás Maduro, porque es una expresión genuina de la democracia
y de las libertades existentes en Venezuela, razón por la cual es apoyado
mayoritariamente por el pueblo venezolano en función de dirimir las diferencias
por la vía constitucional y pacíficamente, sin injerencias extranjeras.
De forma enérgica rechaza las
amenazas de intervención militar contra Venezuela y condena en todas las
instancias posibles el bloqueo económico, financiero, comercial y el cerco
diplomático por parte del gobierno de los Estados Unidos.
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Preservar
la paz en Venezuela es preservar la paz en la región y una de las prioridades
de los partidos que integramos el FSP.
Ratifica las causas justas aprobadas en el XXIII y XXIV
Encuentros del FSP, por considerarlas vigentes. En consecuencia, este XXV
Encuentro llama a:
Reforzar la defensa, como
objetivo común, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz,
aprobada en la II Cumbre de la CELAC. Ello es urgente y vital.
Defender a la CELAC, como mayor acontecimiento unitario de los
últimos 200 años y sembrar la idea integracionista en nuestros pueblos.
Repudiar la peligrosa presencia
militar de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el Caribe y el
Atlántico, con fines claramente agresivos y de presión sobre nuestras
naciones.
Rechazar de forma enérgica la Doctrina Monroe y todas las ideas
de EE.UU. acerca de que América Latina y el Caribe es su “patio trasero”.
Concertar, en todo espacio que lo permita, acciones que enfrenten
el dominio del Imperialismo yanqui en América Latina y el Caribe.
Conocer con rigor cómo opera la derecha internacional,
regional y local contra este continente que defendemos y defenderemos.
Reafirmar la importancia de las relaciones del FSP con los
partidos de izquierda de Europa, Asia, África y Medio Oriente.
Denunciar el papel
injerencista, al servicio de los EE.UU, de la OEA. Esta sigue operando como
fiel ministerio de colonias de los EE.UU, simbolizada por su secretario general
Luís Almagro, peón del Imperio.
Condenar la Guerra no Convencional que aplica EE.UU. contra los
gobiernos que no se pliegan a sus órdenes e intereses.
Enfrentar de forma
enérgica el avance de la derecha sobre nuestros pueblos. Así lo evidencian los
gobiernos neoliberales reciclados, autoritarios y profascistas, como los de
Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, y Mario Abdo Benitez en Paraguay,
Mauricio Macri en Argentina, Lenin Moreno en Ecuador y Juan Orlando Hernández
en Honduras, que destruyen la democracia y los derechos sociales
conquistados.
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Respaldar al pueblo
hondureño por su persistente y valiente lucha en defensa de sus derechos, en
contra de las políticas neoliberales y de la corrupción que caracteriza al
neoliberalismo, y a favor de la construcción de una alternativa que priorice
los intereses mayoritarios del pueblo. La lucha de éste, encabezada por el
partido LIBRE, es un ejemplo a seguir por los que padecen las funestas
consecuencias del neoliberalismo.
Condenar enérgicamente el
genocidio permanente que comete la ultraderecha gobernante en Colombia contra
toda expresión organizada del movimiento social y popular, mediante el
inaceptable asesinato sistemático de líderes sociales, ex combatientes
guerrilleros y sus familiares. Exigir, además, la libertad de Simón Trinidad y
los exguerrilleros que continúan en las cárceles.
Exigir al gobierno colombiano
el cumplimiento integral de los Acuerdos de Paz, vitales para asegurar que
nuestro continente siga siendo zona de paz. De igual manera, respaldamos al
partido FARC por su persistente defensa de los Acuerdos y su cumplimiento, lo
que constituye una invaluable contribución a la lucha por la paz. Para alcanzar
esta paz, demandamos el reinicio inmediato de los diálogos con el Ejército de
Liberación Nacional (ELN).
Denunciar la
intervención de los EE.UU. en Nicaragua contra la Revolución Sandinista,
mediante un inaceptable intento de golpe de Estado, derrotado por el pueblo
nicaragüense, cuyo derecho a la paz debe ser defendido por todas y todos. Con sanciones
económicas EE.UU no logrará derrotar al heroico pueblo de Sandino.
Ofrecer toda la solidaridad al
FMLN, cuya militancia y pueblo son víctimas de agresiones y revanchismo por
parte de la derecha local, al servicio de los EE.UU, mediante la violación de
derechos conquistados y para deslegitimarlos por la vía judicial, tal y como
sucede, con hechos graves de persecución política y violación de los derechos
humanos en Ecuador, Brasil, Argentina. La prisión de Lula y Jorge Glas así lo
demuestran, como también la persecución judicial contra Cristina Fernández de
Kirchner, Rafael Correa y Ricardo Patiño. Y exigimos la libertad de todas y
todos los presos políticos.
Apoyar la candidatura de Evo
Morales y Álvaro García Linera en Bolivia, que con el mayoritario apoyo de su
pueblo apuestan a desarrollar en su cuarto mandato la "Agenda del
Bicentenario", con el objetivo de terminar de saldar las deudas históricas
pendientes de los siglos XIX y XX, y encarar las tareas del siglo XXI en
condiciones de independencia económica y plena soberanía política.
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Apoyar la fórmula de Daniel
Martínez para presidente y Graciela Villar para vicepresidenta de Uruguay, cuyo
triunfo garantizaría la continuidad de las politicas a favor del pueblo
uruguayo, y de las leyes que benefician a sectores históricamente postergados
como las trabajadoras domésticas, los peones rurales o las personas trans. Y la
defensa de la soberanía y la democracia en Uruguay que vienen llevando a cabo
los gobiernos del Frente Amplio.
Apoyar al movimiento popular
de Argentina que ha logrado conformar una alianza unitaria en el Frente de
Todos, que lleva como candidato a presidente a Alberto Fernández y como
candidata a vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner, para enfrentar al
macrismo y sus políticas de hambre, endeudamiento, represión y entrega de la
soberanía, en la próxima contienda electoral de octubre. La derrota de Macri y
del neoliberalismo en Argentina sería un triunfo de la integración
nuestroamericana y volvería a alentar las luchas y resistencias en el resto de
los países.
Rechazar la política de
Washington de criminalizar a los emigrantes, sobre todo a los de Centroamérica.
En este sentido condenamos y rechazamos el acuerdo de control migratorio entre
EEUU y el gobierno de Guatemala, país cuya soberanía es violada y cuyo
territorio, con dicho acuerdo, se transformaría en una virtual prisión para los
que desean ingresar a EEUU y su pretensión de hacer lo mismo con México.
Apoyar al gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo triunfo, con masiva participación
popular demostró que no existe fin de ciclo progresista alguno; abrió
perspectivas de cambio a favor de las grandes mayorías con el programa de la
Cuarta Transformación y puede significar un reimpulso a los procesos de
integración regional autónoma y soberana de nuestros pueblos, bajo los
principios de libre autodeterminación de los pueblos, no intervención y
solución pacífica de los conflictos.
Rechazar toda forma de racismo,
discriminación social y discriminación por orientación sexual. En ese sentido
apoyar la agenda de lucha por los derechos de la comunidad LGBTTI.
Exigir el
respeto a los derechos humanos de las mujeres, violados por las políticas
neoliberales. Defender el papel de las mujeres latinoamericanas y caribeñas
como constructoras fundamentales de los procesos de cambio emancipatorios, así
como de resistencia activa a la contraofensiva neoliberal y a la pérdida de
derechos conquistados. Apoyar las masivas movilizaciones feministas en curso en
el continente. Sin el aporte de las mujeres será imposible avanzar hacia la
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independencia de nuestras naciones. Entender que solo podrá triunfar la
lucha por la igualdad de género si asumimos la lucha por la igualdad de clases.
Solo desterrando el capitalismo será posible eliminar el
patriarcado.
Condenar todas las formas de
discriminación y violencia hacia la mujer, la exclusión, el tráfico y trata de
mujeres y niñas, la explotación sexual, los feminicidios, así como exigir un
mayor apoyo y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las
mujeres.
Condenar el narcotráfico, el tráfico de personas y el
terrorismo en todas sus formas.
Defender el acceso al agua como
derecho humano y como derecho de los pueblos para desarrollar su actividad
agrícola, fuente de riqueza y trabajo que asegura la soberanía alimentaria, así
como defender el medio ambiente, la tierra y los territorios.
Apoyar las exigencias de los Estados insulares del Caribe a
ser resarcidos por los daños de la esclavitud
Demandar el fin incondicional,
total y definitivo del criminal e incrementado bloqueo económico, comercial y
financiero del gobierno de los EE.UU contra Cuba, que constituye el principal
obstáculo al desarrollo económico y social del país, y una flagrante y masiva
violación de los derechos humanos de las cubanas y cubanos. Como parte de su
política de cerco a Cuba aplican la Ley Helms Burton y activan el título III,
junto a otras medidas hostiles.
Exigir la devolución a Cuba del territorio que ocupa la Base
Naval de Guantánamo.
Apoyar el reclamo histórico de
Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich
del Sur, Antártida Argentina y espacios marítimos circundantes. Cuestionar,
además, el acuerdo entre el actual gobierno de Argentina y el Reino Unido,
celebrado en septiembre de 2016 y conocido como "Foradori-
Duncan".
Apoyar el derecho al retorno
soberano de Bolivia al océano pacífico, en el marco de un nuevo tiempo donde el
dialogo entre los pueblos chileno y boliviano construyan un acuerdo solidario,
que permita a Bolivia el acceso a un mar para los pueblos que pueda dar mejores
días a la población facilitando la explotación de los recursos marítimos, la
exportación de productos orgánicos y el encuentro con las culturas de todo el
mundo a través de un puerto soberano.
Defender, respetar y garantizar los derechos y la cultura de los
pueblos originarios
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y
afrodescendientes.
Demandar la descolonización del
Caribe y el apoyo decidido a la Independencia de Puerto Rico. Saludamos las
multitudinarias manifestaciones del pueblo puertorriqueño contra la corrupción
de la administración colonial y anexionista de Ricardo Rosselló, en defensa de
la dignidad borinqueña.
Exigir la libertad inmediata de Lula, víctima de un abusivo,
ilegal e indignante ejercicio del poder judicial contra él.
Rechazar la política del imperio estadounidense de calificar a
Cuba, Nicaragua y Venezuela, como integrantes de un supuesto eje del mal.
Defender, como uno de los
objetivos centrales del FSP, la construcción de la unidad antiimperialista y
antineoliberal como la táctica y la estrategia de la victoria, en defensa de la
soberanía, la independencia, la democracia, la autodeterminación y los derechos
humanos en Nuestra América, con real protagonismo político de sus
pueblos.
Todo el espectro político del FSP es objetivo priorizado de la
estrategia desestabilizadora, orientada a derrotar a los gobiernos de
izquierda, populares y progresistas, destruir a sus fuerzas políticas y
sociales, y criminalizar y judicializar a sus líderes y liderezas, y a la
protesta social.
La identidad del FSP – lo reafirmamos -- tiene que seguir siendo
anti-imperialista y anti-neoliberal, de apoyo militante a todos los gobiernos
de izquierda, populares y progresistas que están bajo asedio, y de respaldo a
las causas justas de los pueblos.
“El mejor modo de decir, es hacer”. Con base en esta máxima martiana,
proponemos concentrar los esfuerzos del FSP en las siguientes direcciones
principales en los próximos meses:
- Fortalecerlo como instancia de concertación de esfuerzos,
cooperación y solidaridad mutua entre nuestros partidos y movimientos sociales.
Para ello será fundamental apoyar, como nuevo momento mundial de intercambio,
el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el
Neoliberalismo que tendrá lugar en La Habana, Cuba, entre el 1 y 3 de noviembre
próximo, conforme acordó el Grupo de Trabajo en Managua. Asimismo, llamamos a
transformar las secretarías regionales del FSP en instrumentos de coordinación
y comunicación mucho más eficaces entre nuestros integrantes.
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- Multiplicar las acciones de solidaridad mutua, con iniciativas
que demuestren la fuerza de nuestras organizaciones y pueblos. En este terreno
proponemos incrementar la solidaridad activa con los pueblos y gobiernos de
izquierda que están bajo reforzado acecho de los Estados Unidos y la derecha
continental. A la vez, llamamos a transformar la solidaridad con todos los
dirigentes de izquierda hoy presos o perseguidos, en tema de principio. El caso
de Lula muestra lo que podemos hacer en tal sentido.
- Transformar, como acordó el GT en Managua, las tareas de
mejoramiento de la comunicación política y formación de nuestros cuadros y
militantes en frentes priorizados de trabajo, mediante acciones coordinadas
entre nuestras fuerzas. Retomar el estudio y actualización del Consenso de
Nuestra América, que condensa los valores y pautas programáticas compartidas
por este Foro, lo que será una ocasión oportuna para que las bases lo debatan y
lo enriquezcan.
¡Hasta la victoria siempre!


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