Palabras para Homenaje¡Marta Harnecker presente!
Muchas gracias por estar aquí
acompañándonos todos y todas las que queremos y admiramos a mi madre. Sé que
muchos que hubiesen querido estar no pudieron en esta fecha por diversos
motivos, pero nos acompañan igual.
Los que no le conocieron personalmente
seguramente habrán escuchado que fue una escritora prolífica, con más de 80
libros; tantos que nunca me fue posible leer todo lo que producía cada año.
Pero pocos saben que ella no quería que se le identificara como escritora o
teórica marxista o analista sobre América Latina. El título del que más se
sentía orgullosa es de educadora o pedagoga popular. Y es que era cuando estaba
con las personas de barrio, centros de trabajo, organizaciones sociales
populares, era cuando más cómoda y realizada se sentía.
Pienso que mi madre se tomó bien en serio
la idea de Marx de que los filósofos (lo que hoy en día incluiría a todos los
intelectuales) no solo deben estudiar el mundo, sino también actuar para transformarlo.
Por ese motivo, ella casi siempre escribió
para las grandes mayorías populares, con un lenguaje accesible y que por tanto
tenía que ser sencillo. Algunos intelectuales le catalogaron de simplista o
esquemática, porque no entendieron cuál era el objetivo de sus escritos. Pero
creo que muchos reconocen el rigor intelectual de sus escritos, su conocimiento
profundo de los clásicos del Marxismo, y su análisis verdaderamente crítico y
comprometido.
Los que sí le conocieron personalmente
saben que era una trabajólica, que no podía dejar de trabajar, ni fines de
semana, ni días feriados, ni durante enfermedades. Siempre estaba terminando
proyectos y empezando muchos otros más. Saben también que era una persona muy
organizada, detallista, y muy muy exigente. Para algunos que comenzaban a
trabajar con ella, y para mí misma, a veces no era fácil aceptar con agrado
tanta exigencia. Pero lo cierto es que ella se exigía a ella misma más que a
los demás, y por eso siempre terminábamos por perdonarle cuando se le pasaba la
mano asignándonos demasiadas tareas.
Ella se sentía igual a cualquier persona,
y hacía que los demás se sintieran cómodos hablando con ella. Por eso fue tan
buena entrevistando a tantas personas con las más diversas responsabilidades en
gobiernos y organizaciones progresistas en NuestraAmérica.
Eventos como este que nos reúne hoy nos
muestran los valores y la ética de la derecha. Ellos celebran la muerte.
Nosotros celebramos la vida; y nos conmovemos con la muerte de cualquier ser
humano, sin mirar color de la piel, orientación sexual, creencias o ideologías.
Los extremistas de la derecha --y los del centro sin darse cuenta-- parten de
la presunción que ellos, generalmente el hombre blanco y de dinero o con ansias
de enriquecerse son mejores que los demás, y que las vidas de los
"otros" no valen.
Por eso Marta Harnecker ha sido una
verdadera revolucionaria, porque se sentía y se relacionaba con cualquier
persona como iguales, fuera una trabajadora doméstica, obrero, campesino,
indígena, empresario o presidente.
Hay otros que han pretendido ser de
izquierda --pero que a nadie engañan-- y han usado este evento tan duro para
nuestra familia y muchas personas que le querían para intentar validar teorías
cuyo único propósito es desmovilizar y desarticular a la izquierda
latinoamericana.
Sin dudas perdimos todos a una observadora
crítica, pensadora aguda, no dogmática, ilustrada por los marxistas clásicos y
los más recientes. Pero lo que más lamento es que perdimos a una mujer
incansable, crítica e indoblegable dedicada a que las organizaciones de
izquierda de Latinoamérica y el mundo fueran más efectivas en sus empeños por
convocar, guiar y conquistar el poder para transformarlo y ponerlo al servicio
de los sectores más marginalizados históricamente. Perdimos a una defensora de
la importancia del protagonismo de las personas en la transformación social,
como única forma de transformarse también a sí mismos en las mujeres y hombres
nuevos capaces de superar las mezquindades del capitalismo.
Pobres los que celebran su desaparición
física: no saben que las ideas justas cobran más vida cuando sus defensores
pasan a la eternidad. Sus ideas han sido sembradas en las generaciones que le
siguen, quienes recogeremos el batón y seguiremos en esta carrera que es
realmente una lucha por un mundo mejor para las grandes mayorías y por tanto,
realmente para todas y todos.
¡Marta Harnecker, PRESENTE!


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