LAS LECCIONES DEL ABRIL ANTIIMPERIALISTA DE 1965 Partido Comunista del Trabajo (PCT) de la República Dominicana.
por Manuel Zalazar
Las fuerzas revolucionarias de la República Dominicana estamos compelidas a realizar la reflexión especial que corresponde en ocasión de los aniversarios de la Revolución y la Guerra Patria de Abril de 1965.
Las fuerzas revolucionarias de la República Dominicana estamos compelidas a realizar la reflexión especial que corresponde en ocasión de los aniversarios de la Revolución y la Guerra Patria de Abril de 1965.
Esa
es una forma pertinente de conmemoración para trascender el lamento por la
derrota sufrida y potenciar el carácter pedagógico de esa aleccionadora
experiencia.
Identificar
y aprender todas sus lecciones es una manera consecuente de rendir el merecido
homenaje que debemos a los héroes y mártires de esa jornada.
Un
proyecto de cambio democrático, revolucionario o progresista en el país, tiene
que considerar las enseñanzas y advertencias que derivan de todo el proceso que
desencadenó aquellos acontecimientos: Elecciones del gobierno democrático
encabezado por el Prof. Juan Bosch en diciembre del 1962; la conspiración y el golpe de estado del 25de
septiembre de 1963, siete meses después de instalado el gobierno; y la invasión
militar norteamericana del 28 abril del 1965, cuando el imperialismo observó
que el pueblo había derrotado a su ejército títere.
La
Revolución de abril de 1965, constituye una gesta de extraordinaria importancia
histórica, de carácter profundamente patriótico y democrático. Constituye sin
dudas el más importante acontecimiento político en la historia del siglo XX
dominicano: es oportuno poner de relieve que se trató de un proceso que
involucró unas elecciones nacionales, un gobierno democrático con un programa
reivindicativo con reformas democráticas, y participación activa del factor
militar.
Ese
evento y sus implicaciones pueden ser considerados como cierre del ciclo
abierto en la República Dominicana con la decapitación de la tiranía
trujillista el 30 de mayo de 1961. La conquista de un espacio democrático por
el pueblo dominicano tuvo su expresión en las primeras elecciones democráticas
celebradas después de 30 años de dictadura. Como se sabe de esas elecciones
resultó electo el gobierno encabezado por el prof. Juan Bosch cuya principal
realización a favor del pueblo y la nación lo constituyó la definición y
aprobación de la Constitución Política de 1963, marcada por aspiraciones
democráticas y de realización social y económica dirigidas a beneficiar a las
mayorías nacionales.
La
Constitución democrática emanada de la Asamblea Constituyente en abril de 1963
es el principal antecedente que explica el laborantismo conspirativo de
sectores nacionales en contubernio con el imperialismo norteamericano y el
golpe de estado mediante el cual derrocan el gobierno de Bosch.
Esa
constitución muy avanzada contenía una serie de estipulaciones que reivindicaban
a los trabajadores, a los campesinos y demás sectores nacionales interesados en
el desarrollo de la nación y un país soberano. Destacan entre otras
disposiciones las siguientes: prohibición de monopolios e favor de
particulares; el derecho de propiedad privada sujeto a que la misma sirva al progreso y bienestar de
la nación; instituye la expropiación en razón de un interés social; limita a
las personas físicas el derecho de adquirir la propiedad de la tierra;
establece el derecho de las familias campesinas al acceso a la tierra y declara
de alto interés social la reforma agraria; prohibición de latifundios a favor
de particulares; iguala ante la ley a los hijos sin distinción; la erradicación
del analfabetismo adquiere rango constitucional declarándolo de interés social;
reconoce en el pueblo el soberano depositario del derecho para decidir sobre
los destinos nacionales.
Esos
postulados, entre otros, y el hecho de que los mismos afectaban los intereses
de la oligarquía, son la causa del golpe de estado contra el primer gobierno
democráticamente electo después de la dictadura. En ese sentido se activaron
todos los sectores reaccionarios del país encabezados por los grandes
propietarios, jerarcas militares la alta jerarquía de la iglesia católica
asociados con el gobierno norteamericano, y encaminaron la conspiración que culmina
con el derrocamiento del Prof. Bosch
como Presidente Constitucional de la República.
Es
cierto que una serie de circunstancias facilitaron esos planes, entre las que
destaca la incapacidad del gobierno para construir una gran alianza nacional
con las fuerzas y sectores democráticos del país, más bien estaba en un proceso
de aislamiento por una serie de conflictos con la que debía ser su propia base
de sustentación social. No obstante, es la afectación de los intereses de las
minorías anti nacionales y su movilización junto al imperialismo la principal
razón del golpe de estado de septiembre 1963.
Consumado
el derrocamiento del gobierno Constitucional, los sectores sociales y políticos
afectados por el advenimiento de un régimen de facto, se ponen en movimiento y
una conspiración alentada en los cuarteles encabezada allí por el coronel
Rafael Tomás Fernández Domínguez, desemboca en un levantamiento militar que
desconoce al gobierno ilegal e ilegítimo de los golpistas y proclama su adhesión
a la Constitución de 1963 y la vuelta del profesor Bosch a la presidencia de la
República.
La
división en las Fuerzas Armadas y la negativa del sector encabezado por Elías
Wessin y Wessin a respaldar la acción militar iniciada el 24 de abril, crea las
condiciones para que el conflicto adquiera la forma de Guerra Civil cuando los
militares Constitucionalistas deciden entregar armas al pueblo que, movilizada,
las solicitada en señal de apoyo incondicional a la demanda de vuelta a la
Constitución de 1963 y regreso de Bosch al poder sin elecciones.
En
poco tiempo el sector de las Fuerzas Armadas que se resiste a apoyar la causa
Constitucionalista, prácticamente perdió la contienda tras la célebre batalla
del Puente Duarte.
Todo
eso fue posible en virtud del contingente de fuerzas movilizado por los
Constitucionalistas: una amplia alianza de fuerzas democráticas inicialmente
protagonizada por un sector de los militares y el PRD, la cual luego incorpora
diversos sectores sociales del pueblo y organizaciones políticas revolucionarias
como el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, Partido Comunista Dominicano, y
el Movimiento Popular Dominicano del que
años más tarde surgiría nuestro Partido Comunista del Trabajo(PCT).
Es
en ese contexto que los restos del gobierno de facto refugiados en la base aérea
de San Isidro, producen la formalidad de solicitar ayuda al gobierno
norteamericano para intentar legalizar la intervención militar norteamericana
organizada en nombre de la Organización de Estados Americanos.
Con
esa intervención, la Guerra civil se transforma en Guerra Patriótica por la
expulsión del ocupante y el rescate de la Soberanía Nacional.
II.- Enseñanzas.
1.- La
aplicación de un programa de reformas democráticas profundas en materia
política, económica y social, como se pretendía con algunas iniciativas del
gobierno de Bosch, demandaba del concurso de la más amplia base social que
sirviera de sostén a un tal proyecto y fuera capaz de frenar los planes de la
reacción. Esto pasa por la necesaria coordinación de las fuerzas democráticas y
progresistas organizadas.
2.- El
papel relevante de la dirección política revolucionaria en un proceso
revolucionario es fundamental, sin menoscabo del heroísmo siempre reconocido,
quedan pendientes de examinar aspectos sobre la articulación y comportamiento
de la dirección política de abril 1965.
3.- Los
acontecimientos de abril 1965, pusieron de manifiesto la disposición del pueblo
dominicano de incorporarse a grandes acciones políticas cuando se persuade
sobre la pertinencia de las mismas.
4.- El
acontecimiento cuyas efemérides celebramos, enseña también la necesidad y
posibilidad de articulación de un movimiento policlasista y multisectorial para
encaminar demandas nacionales.
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